3 de mayo de 2008

CNP: las nuevas generaciones

Una frase se ha hecho común entre quienes están llamando a activar el movimiento por el rescate del Colegio Nacional del Periodistas (CNP): que hablen las nuevas generaciones, que sean éstas las que impulsen y protagonicen los cambios que urgen en el gremio. Pareciera que los no-tan-jóvenes necesitáramos contagiarnos con el fervor y el ímpetu de los muchachos y muchachas que haciendo gala de una atrevida mesura -o mesura atrevida, que es igual- descollaron en la jornada de diciembre pasado. Y vaya que es cierto. ¡Cómo lo necesitamos! Como se necesita la esperanza y la fe en que un mejor periodismo es posible. En que un mejor país es posible. En que un futuro mejor es posible. Para los periodistas y para todos.

Y si trata de calibrar con qué -y con quiénes- contamos para ello, baste con leer el discurso que en nombre de la representación estudiantil de varias Escuelas de Comunicación Social del país pronunció la bachiller Dariela Sosa, cursante del décimo semestre en la UCAB, el pasado 22 de abril.

"Cuando uno escoge una profesión, escoge la forma en la que resultará un ser humano útil a su familia, a su comunidad y a su país.

Sabemos que los tiempos de cambios estructurales profundos pueden entenderse como una crisis, o como una oportunidad para modificar todo aquello que enturbia nuestro oficio.

Como estudiantes de periodismo, queremos recuperar esa mirada crítica, trascender la polarización de la que somos víctimas tantos ciudadanos y medios venezolanos, y reconquistar el digno espacio de ser un profesional de la información que se compromete con su sociedad más allá de las inclinaciones políticas.

Anhelamos un periodismo socialmente responsable, que propicie los espacios de encuentro, privilegie la tolerancia, facilite la convivencia, y haga al venezolano pensar sobre si mismo y sobre cómo solucionar sus problemas.

Por supuesto, también queremos ser vigilantes ante la desmesura del poder. No aceptamos un periodismo cobarde, y tampoco uno temerario. Buscamos un periodismo valiente y movido por principios superiores.

Un periodismo audaz y crítico. Un compromiso profundo con ese ciudadano que confía.

Un periodista que, como dijo Kapuscinski, esté, vea, sienta, comparta y piense.

Que viva el periodismo con pasión, con entrega, entendiendo que una nación oportuna y verazmente informada toma mejores decisiones y construye mejor en comunidad su futuro.
En ese sentido, presentamos ciertas propuestas en las cuales coincidimos varios estudiantes:

PARA EL EJERCICIO PROFESIONAL

Que los medios destinen recursos suficientes y otorguen tiempo a sus trabajadores para realizar un periodismo de investigación agudo y responsable, tan importante en la consolidación de una sociedad transparente y democrática.


Reestructurar el Colegio Nacional de Periodistas, para defender y velar gremialmente por la libertad de expresión y el derecho a la información. Una excelente forma de comenzar es invitar a nuestros compañeros licenciados a colegiarse y votar en las elecciones del 19 de junio
Abrir espacios a enfoques periodísticos alternativos y de alta calidad. Por ejemplo, retomar la inspiración original de El Diario de Caracas en la época en que lo dirigía el periodista y escritor Tomás Eloy Martínez

DURANTE LA FORMACIÓN PERIODÍSTICA

Poder inscribirse en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa al comenzar a trabajar en un medio, incluso sin estar graduados

Contar con la posibilidad de obtener el curso y certificado de locución en la sede de nuestra escuela de comunicación social


Tener remuneración y reglas claras en nuestras pasantías, y hacer que se cumpla lo establecido en la ley orgánica del trabajo bajo la figura de aprendices. Y ahora, la más importante,

¿Cuáles son nuestras propuestas para asumir la vocación?


Queremos ser periodistas ávidos por conocer el mundo que nos rodea

Periodistas que apertrechen su biblioteca y desgasten sus zapatos

Periodistas que se casen con la independencia

Que asuman con seriedad el rol de mediador

Que no cierren sus ojos ante la pobreza

Que jamás se hagan cómplices de la exclusión

Periodistas que no sean rehenes de sus prejuicios

Que sean conscientes de la fuerza de su palabra

Que sepan asumir sus errores y rectificar

Que sean solidarios con sus colegas

Periodistas que se tatúen el código de ética en la mente y en el corazón.

Ese es el reto y el compromiso del estudiantado.

Que nuestros micrófonos amplifiquen la paz. Y que nuestros dedos sobre el teclado jamás se avergüencen de lo que escriban".


COGRES-UCAB FCU-UCV CECOSO-UCAB CEECS-UCV CECOSSMA-USM CE-UMA
* Un interesante trabajo sobre Dariela Sosa y otros "líderes que no se ven".

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