25 de junio de 2009

El periodismo alternativo
en tiempos de "revolución"

Algún día los alternativos serán ellos. Hugo Chávez Frías, 2003


Dos hechos que se entretejen nos convocan a escribir este 27 de junio, Día del Periodista: La posible reforma de la Ley de Ejercicio del Periodismo promovida por el COCOSO (Comité de Comunicadores Socialistas), que pretende el reconocimientode los "periodistas comunitarios”, y el insólito otorgamiento de una mención especial del Premio Municipal de Medios de Comunicación Alternativos y Comunitarios “Fabricio Ojeda”, del Concejo de Caracas, al Presidente Hugo Chávez.

No nos referiremos in extenso al primero de ellos, pues, como ya ha sido advertido y es evidente, con ello lo que se pretende es tomar por asalto a un gremio que, a pesar de los esfuerzos del gobierno y sus acólitos para debilitarlo y dividirlo (como la orden dada por el exministro de Información y Comunicación, Andrés Izarra, de no participar en las elecciones gremiales del año pasado, avalada por figuras como Eleazar Díaz Rangel y Helena Salcedo) se mantiene esquivo al control oficial. A estas alturas ya no quedan dudas de que con la masiva incorporación de los llamados “periodistas alternativos”, de los cuales el mismo Presidente de la República vendría a ser expresión, lo que se busca es cooptar otro espacio para legitimar las actuaciones oficiales, intento que ya tiene antecedentes.

Para hacer memoria...


Hoy vale la pena recordar que fue en el tristemente célebre año 2002 cuando se otorga una mención del Premio Nacional de Periodismo a un medio “alternativo” no gestionado por periodistas. Luego de una agria diatriba, suscitada por las declaraciones del periodista y profesor Earle Herrera, quien se pronunció en contra, este hecho no se repitió. Tres años más tarde el mismo Herrera presentó un proyecto especial al Ministerio de Comunicación e Información gracias al cual, a partir del año 2007, se concede el Premio Nacional de Comunicación Alternativa y Comunitaria, con lo que -de manera tácita- se delimitaban espacios y competencias.

No obstante esta especie de caución, el año pasado en algunos estados como Trujillo, "el más rojo del país", como orgullosamente lo califican algunos voceros del PSUV, la mayoría legislativa excluyó de los requisitos para optar al premio regional de periodismo, como era costumbre, la obligatoria adscripción al CNP. Pero, como señalamos, no es sobre este hecho que queremos llamar la atención hoy, sino sobre la insólita decisión de la Comisión de Cultura, Patrimonio Histórico y Medios Alternativos del Concejo de Caracas, integrada por Eileen Padrón, Betzabeth Bezada y Armando Carías, de conferirle una mención especial del Premio Municipal de Medios de Comunicación Alternativos y Comunitarios “Fabricio Ojeda”, al Presidente Hugo Chávez.

¿Por qué cuestionar este premio? Las razones son múltiples, pero quizá la de mayor peso sea la relacionada con la tradición histórica de las prácticas alternativas de comunicación habidas en Venezuela y en el continente latinoamericano durante décadas pasadas, cuya característica principal -y definitoria- era la de cuestionar al poder, fuera éste el expresado por la hegemonía mediática privada o gubernamental.

¿Puede llamarse alternativo un medio pro-oficial? ¿Puede llamarse comunicador alternativo y/o comunitario a un Presidente en ejercicio?


Sin lugar a dudas, el dictamen del jurado designado por los munícipes de Caracas, que otorga un reconocimiento especial al presidente Chávez “por ser el gran comunicador alternativo de la Revolución, creando nuevos espacios de comunicación popular, con un estilo irreverente y modelando procesos de diálogo, sobre la base de una pedagogía fundamentada en el amor y en el respeto hacia el pueblo”, constituye un agravio a la gran cantidad de comunicadores que fuera del circuito oficial, en medio de dificultades y penurias, cotidianamente luchan por hacer oír su voz…grupo en el que se inclyen los partidarios del PCV o del PPT que sempiternamente se quejan de secuestro de la red de medios del Estado por parte del PSUV.

Como hemos dicho, durante las últimas cuatro décadas del siglo pasado, los llamados medios alternativos eran expresión de una diversidad de movimientos sociales que al margen de los circuitos mediáticos hegemónicos luchaban por hacer públicos sus reclamos. Precisamente por ello recibían el nombre de alternativos y, salvo algunas oficinas gubernamentales, a través de tímidos aportes, no existían instancias del Estado que los estimularan. Hoy la situación es radicalmente diferente.

Durante la presidencia del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías no sólo ha surgido una enorme cantidad de nuevos medios, sino que éstos han recibido un importante apoyo oficial. A pesar de la inexistencia de un monitoreo que permita definir con exactitud la tendencia política de éstos, su adhesión a los lineamientos del gobierno es un hecho notorio. Es sabido que cuando el Estado proporciona el apoyo también condiciona los contenidos y/o ejerce una censura velada o abierta. Sin hablar de la autocensura.

Modelar "procesos de diálogo, sobre la base de una pedagogía fundamentada en el amor y en el respeto” supone una escucha atenta que haga visible la natural polivocalidad de la sociedad. En un clima de agobiante polarización como el que padecemos, la obligación de abrir espacios para que se armonice la pluralidad de voces que conforma el cuerpo social es tarea de todos, especialmente de los medios y comunicadores más cercanos a las comunidades, aquellos cuya larga tradición ha distinguido por servir al ciudadano y no al poder. Otorgarle un premio a quien lo encarna de manera omnímoda es, por decir lo menos, un absoluto desatino.


Sobre el tema ofrecemos datos y reflexiones adicionales en el ensayo "De comunitarios a gobunitarios: los medios alternativos en tiempos de revolución, incluido en el libro Hegemonía y Control Comunicacional editado por Marcelino Bisbal. http://bit.ly/10JRSA



Diario de Los Andes, 27-06-09 p.7