16 de octubre de 2013

Venezuela: Sigue declinando la libertad en la red

Por tercer año consecutivo, la organización Freedom House se ocupa de analizar la libertad de expresión en el entorno digital venezolano con resultados desalentadores. El primer informe, correspondiente al año 2011, le otorga un puntaje de 46/100; el siguiente, de 2012, lo coloca en la posición número 48; y el de este año (que analiza el lapso que va del primero de mayo de 2012 hasta el 30 de abril de 2013) le otorga 53 puntos, vale decir, cinco más que el anterior. Un declive sustantivo también registrado por Brasil y Estados Unidos. El mayor fue el de India, con 8 puntos.
De América Latina, sólo se estudian seis países. Además de Venezuela, se revisa la situación en Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador y México. Mientras Argentina es calificado como "libre", Cuba se encuentra en las antípodas, como "no libre". El resto es clasificado como "parcialmente libre". Venezuela es el país de peor puntuación en este último grupo.
Mediante una metodología compleja, que examina y evalúa 100 indicadores distribuidos en tres áreas: Límites para el acceso, límites en el contenido y violaciones a los derechos de los usuarios, el informe da cuenta pormenorizada de los asuntos más sensibles relacionados con la libertad de expresión en Internet y, sobre todo, de las causas que originan las restricciones.
En primer lugar, con base en hechos incontrastables, la investigación expone la asociación que existe entre la falta de insitucionalidad (la inexistencia de contrapesos entre los poderes públicos), el control del operador principal (CANTV) y del ente regulador (CONATEL), así como el control en la asignación y repatriación de divisas para la empresas privadas de telecomunicaciones a través de Cadivi.
Con este panorama de base, el informe documenta de forma minuciosa (con 129 referencias a pie de página) los eventos más importantes en relación con los indicadores que se examinan. Mediante una exhaustiva revisión hemerográfica, entrevistas a expertos y trabajos de organismos nacionales e internacionales, la investigación sustenta de forma incuestionable cada afirmación que se vierte en torno a los continuos y cada vez mayores obstáculos que enfrentan los venezolanos para ejercer la libertad de expresión en la red, en un contexto signado por la hegemonía comunicacional del gobierno.
Un hecho destaca entre todos por su gravedad: La caída masiva de Internet el 14 de abril del 2013, cuando se celebraron las últimas  elecciones presidenciales, evento sólo registrado en países como Egipto y Siria. Como se recordará, la noche de ese domingo, cuando se esperaban los resultados de los comicios, el Vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, reconoció que el gobierno le había "bajado el suiche" a la red con argumentos muy poco transparentes.
Si bien el informe subraya el hecho de que se han masificado las conexiones, apunta -igualmente- que la velocidad de acceso es muy pobre.  Existe poca disponibilidad de conexiones de banda ancha (iguales o superiores a 4Mbps) y el costo de un plan de este tipo (como el de ABA de Cantv), que además no está disponible en todo el país, es casi un cuarto del salario mínimo.
La telefonía celular también es foco de atención. En este punto se observa, al igual que en la prestación de la banda ancha fija, el control de la CANTV con su filial privilegiada (Movilnet) y las restricciones que confrontan las empresas privadas para ampliar y mejorar sus plataformas. Cantv, por su parte, denuncia el informe, no reinvierte sus ganancias en la empresa, sino que las destina a "inversión social", con la consecuente desmejora de los servicios.
Igualmente, el texto señala la selectividad de las inversiones privadas. Las redes 4G, recientemente disponibles, solo existen en las ciudades de mayor densidad poblacional. La brecha urbano-rural, expresada en los índices de penetración que exhiben estados como Miranda (más de 92%) versus Apure (menos de 15%), por ejemplo, también son objeto de reflexión.
El acoso a periodistas, humoristas, artistas y líderes de opinión, así como también la vulneración y bloqueo de páginas informativas; la grabación y divulgación de conversaciones privadas, sin que las víctimas tengan un organismo independiente al cual acudir, son parte de un recuento que no nos es ajeno a los venezolanos que hacemos uso de la red y, además, realizamos escrutinio de ella como investigadores de la comunicación.
La restricción a las libertades de expresión, información y comunicación es un mal global. El informe 2013 de Freedom House señala que de 60 países estudiados, 34 mostraron un declive en sus índices; sin embargo, el informe es auspicioso: de la misma forma en que los gobiernos atentan contra las libertades cívicas, igualmente florece y se fortalece el movimiento de defensa de las libertades ciudadanas, entre ellas, el libre acceso y comunicación en la red.




10 de mayo de 2013

El Cenit reducirá el ancho de banda
a las universidades venezolanas



        Como es lógico,  la noticia circuló rápidamente entre los administradores de las redes académicas de las universidades, no así entre los usuarios que no tienen por qué enterarse de los intríngulis técnicos y económicos que están detrás de la prestación de los servicios de conectividad, pero dependen de ellos para sus labores académicas. Sin embargo, al colarse en un tuit, la reacción fue lógica: Asfixia. Una medida más dirigida a asfixiar a las universidades venezolanas.

            No puede pensarse en otra cosa al conocer que, por solicitud de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU),  la Fundación Centro Nacional de Innovación Tecnológica (CENIT) les reducirá el ancho de banda. Como se sabe, la OPSU es la oficina técnica auxiliar del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MppEU) encargada de de instrumentar las políticas y las estrategias señaladas en los planes de la nación con respecto a la educación superior. La OPSU es el ente del Estado encargado de financiar la conectiidad universitaria, a través de un contrato firmado con el CENIT. En pocas palabras: La OPSU paga al CENIT, y este, a su vez, a la CANTV, que es la empresa de telecomunicaciones del Estado.

            ¿Qué está pasando? ¿Por qué se tomó esta decisión? Al respecto, consultamos la opinión de los profesores de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alavarado (UCLA)  Junior Escalona y Jean Paul Angeli, Jefe del Departamento de Redes de Datos y Director de Telecomunicaciones, respectivamente.

            No estamos en contra del monitoreo

            Según Escalona, la medida obedece a una supuesta subutilización de los enlaces contratados por las Universidades con Reacciun. “Técnicos del CENIT nos informaron que la OPSU había hecho un monitoreo sobre la utilización del ancho de banda de cada universidad y que, debido a su subutilización, habían decidido sincerar su uso pues muchas instituciones no la aprovechan adecuadamente”.
            Asimismo, representantes de la OPSU –agregó– como medida ya tomada, sin consultar a los equipos técnicos de las universidades, nos informaron que el ancho de banda se ajustaría, pues según los resultados de un estudio técnico, que desconocemos,  “de 17 universidades que tienen MetroEthernet para acceso a Internet, solo 2 utilizan el ancho de banda en un 100%, 4 en un poco más del 80% y 3 utilizan un poco mas del 50%; el resto están por debajo del 50% de utilización. En aquellas que poseen acceso a Redes Avanzadas, 8 en total, ninguna utiliza más del 50% del ancho de banda asignado, de ellas existen 4 que no llegan al 10% de utilización”.

           -La explicación suena lógica. Si el servicio no se usa…

            Vista así, por supuesto, la decisión parece incontestable, responde Escalona, quien representa a la UCLA ante el Comité Técnico de Reacciun. Aunque desconozcamos cómo fue hecho este estudio, nosotros no estamos negando la necesidad de realizar todos los que sean necesarios para garantizar la eficiencia y el mejor uso de los servicios, pero creemos que una medida como esta debe ser consultada, no tomada de forma unilateral. Mucho menos si las razones que llevan a la reducción de los enlaces es su subutilización.

            El porqué de la subutilización

            Pero, ¿es esto cierto? ¿Se subutilizan los recursos de conectividad? Hago la pregunta como usuaria, pues en el caso de la ULA, particularmente en Trujillo, ya ni entrenar usuarios  podemos debido a la conexión, que es muy precaria…

            Justamente, ese es el punto. Nosotros hemos presentado proyectos para agregar valor a las redes, proyectos de todo tipo: Sub nodos regionales para la optimización de las redes, telemedicina, repositorios, bibliotecas digitales, educación a distancia, voz sobre IP, salas de videoconferencia… ¿Cuáles son los entes responsables de su financiamiento? Entes del Estado. A un servicio que presta el Estado, como es la conectividad, se le agrega valor si el mismo Estado se encarga de promoverlo como parte de sus estrategias. El financiamiento para ello no existe, ni siquiera es posible a través de los recursos propios de las mismas universidades porque todos sabemos como están sus presupuestos. Esto sin tomar en cuenta, además, que el desarrollo de este tipo de proyectos pasa por sortear las dificultades que impone el Decreto Presidencial 6649 (marzo del 2009), que  ha llevado a cero la adquisición de equipos informáticos y desarrollo de sistemas de información.

            Para Jean Paul Angeli, quien además es el representante institucional ante el CENIT y Reacciun por parte de la UCLA, una medida como esta no puede realizarse de manera unilateral, sin consultar a los miembros del Comité Educativo de Reacciun y sin el correspondiente análisis de los comités técnicos de cada institución.
            “Nosotros apoyamos los deseos de optimización de los recursos, pero estos enlaces son el resultado de compromisos y esfuerzos que se realizaron entre la OPSU, el CENIT y las Universidades, plasmados en acuerdos y puntos de agendas del CNU, del Ministerio, y de la Presidencia de la República".  

            ¿Cree usted que sea posible revertir la medida, frenarla…?

            Nosotros estamos pidiendo que se revise en atención a lo dispuesto en la Ley de Universidades vigente y en los estatutos que norman y otorgan sus funciones al Comité Educativo de Reacciun. Es necesario que el CENIT convoque a una reunión para analizar el informe que hizo la OPSU, el cual desconocemos; además, para escuchar los argumentos de cada universidad en relación con la utilización de los enlaces.
            Lo deseable, concluye Angeli, es que una decisión como esta sea producto de un consenso entre el Comité Educativo de Reacciun, el CENIT y la OPSU. 

31 de marzo de 2013

Majunche Vs. Toripollo


Desde hacía varios días estas líneas pujaban por ser dichas. La "autocensura", el "ya tenemos bastante con lo duro que nos dan para darnos nosotros", el "ahora no conviene "...en fin, los límites que nos quiere imponer la insania que como sociedad estamos padeciendo, me alejaban del teclado, pero las preguntas de mis alumnos no me dejaron escapatoria.

En una de las materias que dicto he evadido un programaba basado en el dominio instrumental de los aparatos y me he dedicado a explorar los asuntos del lenguaje. No usamos computadoras ni Internet. Nos bastan dos libros: En torno al lenguaje, de Rafael Cadenas, y El origen del lenguaje, de José Manual Briceño Guerrero. No importa que se vaya la luz. Nos bastan las páginas en blanco y negro, nuestras voces y, si hace falta, tiza y pizarrón. También llevamos periódicos, alguna pieza de la radio y/o la TV grabada en casa, en nuestros celulares...y, por supuesto, cuentos cortos y poemas.

Durante semestres, el país de fondo, la tragedia política que padecemos, ha sido pródiga en anécdotas. La campaña electoral del 7O nos brindó un respiro inusual; nos llevó a hacer una lectura crítica (comparativa) del verbo y de los mensajes de los candidatos, y a poner en evidencia eso que se conoce como "la construcción del enemigo" fraguada en y con el lenguaje.

Fue maravilloso celebrar con estos muchachos, jóvenes de nuestros pueblos más apartados, inteligentes, frescos y abiertos, gloriosas epifanías. Di brinquitos cuando los vi hacer síntesis de las ideas de Karl Kraus urbanizadas en el texto de Cadenas. La polarización se ceba en la lengua. Eso lo hemos venido trabajando y comprendiendo. Y no ha sido fácil.

La muerte del Presidente Chávez marcó un hito. Volvimos a las aulas la semana posterior al duelo con muchas interrogantes y dudas. Y seguimos leyendo los libros y el país. De repente comenzamos a observar un giro en el discurso y en el tono del candidato de la alternativa democrática, Henrique Capriles...y he allí que un día, que no anoté presa de la conmoción, le escucho nombrar a su adversario con un mote, con el horrible calificativo de "toripollo". Llegué a clases contrariada y allí estaban ellos, no todos debo decir, pero sí los más ganados a la reflexión y al análisis, preguntándome: Profesora: ¿usted qué opina de eso? No les voy a contar todo lo que conversamos, pero allí estuvo Gandhi con nosotros: "Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego".

Esta mañana, como cada domingo, leí la columna de mi estimada colega y amiga Milagros Socorro, en la que se refiere con justificada acritud a los ataques verbales "pergeñados por los esbirritos del gobierno". Lastimosos, de fondo y de forma, los califica y se vale de una cita del filósofo y lingüista Ludwig Wittgenstein (Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo) para subrayar su tesis: la pobreza cognitiva -y espiritual- de quien insulta y de quien, con ello, disminuye al lenguaje.

Sabiamente, también dijo Wittgenstein: Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse a sí mismo.
Me niego a ser lo que adversamos. 

16 de febrero de 2013

Valera entre nosotros

Ayer, 15 de febrero, en medio de constantes interrupciones del servicio eléctrico,  Valera conmemoró su 193 aniversario. 

Para nosotros, como para el escritor Rafael Alfonzo, quien nos cedió este trabajo (el Diario de Los Andes no lo publica en su versión digital) no hubo nada qué celebrar.   

El 14 de enero del 2008, Adriano González León , cuyo nombre -mal escrito- identifica mi calle, ya lo había dicho: Valera no vale hoy. Sus calles también hablan

(Para leer basta con hacer clic en cada imagen)