A veces sucede. El dedo no se afinca lo suficiente y el control se queda pegado en ese canal. Es que cuando me pongo a ver TV ya estoy reducida por el cansancio, después de trabajar al menos cuatro horas seguidas sentada en un escritorio. Usualmente lo hago entre siete y ocho de la noche, cuando espero que llegue la prole para comer. Acostada en el sofá, tratando de descansar un poco, me dedico al zapping…
Y, bueno, allí estaba la periodista, alarmada por lo que habían dicho esa mañana en el Informador de Venevisión acerca de las becas Gran Mariscal de Ayacucho http://www.fgma.gov.ve/portal/ Unos muchachos denunciaron que antes de concedérselas investigaban sus preferencias políticas y las de sus familiares (si estaban inscritos en el PSUV, si habían firmado para pedir el referendo revocatorio…) Así que, antes de comenzar la sesión pautada para la jornada, ésta llamó al presidente de la fundación para que desmintiera la especie, pues “ese es un canal de señal abierta que llega a todo el país y alguna gente puede creer esa patraña”.
La entrevista fue por teléfono, pero el temple del vocero pronto se hizo presente. Imperturbable, como el tono de su voz. No hace falta tener los rizos de la comandante fosforito o el vigor de Lina Ron para encarnar la intensidad. La revolución cuenta con otras maneras, como las de este joven tan modosito. Confesó que no había visto el programa donde se había hecho la denuncia, “pero seguramente la recogió el mismo periodista que cubrió los sucesos de Puente Llaguno”. Reconoció que había sido muy bien atendido en la planta televisora, con corrección y delicadeza, pero “señor Bardasano, no sea cortés conmigo, en vez de ello informe con veracidad”. En fin, pues, que no hay nada que denunciar, ni qué averiguar (si fuera el caso), pues todo marcha perfectamente y los lunares siempre son inventos de los enemigos de la revoluición. El funcionario declaraba desde Maracaibo donde se iba a hacer la asignación más grande de todo el territorio nacional: “más de 15 mil certificados del Programa de Becas 2008 “Salvador Allende: 100 combates por la vida”.
Desde aquella (des) gracia de Luis Tascón ¡que ahora lanza el infogobierno como oferta electoral! http://www.eluniversal.com/2008/10/31/ccs_art_en-ocho-anos-bernal_1119332.shtml los venezolanos sabemos que existen alcabalas y que, si queremos pasarlas, debemos pagar peaje. Tu sí, tú no. Por eso no supe si reír o echarme a llorar (lo cierto es que quedé patidifusa) cuando un querido amigo, en la despedida de su hijo que partía becado al exterior, me confió: “Y, bueno, sí. Todos nos inscribimos en el PSUV. Pero ni locos vamos a votar por ellos, tú qué crees, uno tiene su dignidad…” ¿Estarán sacando esas cuentas los del partido? Por lo pronto me dispongo a leer el último libro de Axel Capriles: La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo, un ensayo sobre la figura del vivo en la cultura criolla. Espero que me ayude a entender (nos).
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