15 de mayo de 2014

No estamos para discusiones sublimes

El próximo sábado se celebra el  Día de Internet y, como siempre que pienso en estos temas, pienso también en José Gregorio (Cheo) Silva, protagonista clave en el desarrollo de Internet en la ULA, en Los Andes, y en el país, cuya pasión por la innovación y el cambio tecnológico fue la mecha que prendió en mí un interés que no cesa. Sólo dos preguntas, Cheo:

¿Cuáles son los temas cruciales sobre los cuales pensar hoy en relación a Internet en el ámbito global?


La Internet no es una moda más que llegó a la humanidad. Es un salto en nuestra evolución como especie. Es uno de los hitos significativos de nuestra historia  humana. Ha venido evolucionando y va a seguir evolucionando con nosotros: Inicialmente un proyecto de seguridad militar, luego un proyecto de desarrollo académico, luego un mecanismo flexible de información y comunicación de una masividad y  alcance global sin precedentes. La Web 2.0 permite que estemos y nos mantiene conectados, tiene valor por la participación y los contenidos  de la gente y, sin duda, cambia nuestros hábitos cotidianos e incide en nuestra evolución global.

Un aspecto interesante es el tema de la privacidad: Hay dos puntos allí, el primero es que el concepto de privacidad ha evolucionado y continuará evolucionando. La privacidad de los inmigrantes digitales no es la privacidad de los nativos digitales y por eso  muchas discusiones  están planteadas en mesas diferentes, que a veces son disjuntas.  

El segundo aspecto es la vulnerabilidad intrínseca de los mecanismos que usamos: nuestros datos se trasmiten por canales que podrían ser abiertos en ciertas condiciones y/o son guardados en los archivos de supercompañías a las que conscientes o inconscientemente le damos nuestra confianza, con todo lo que eso significa. Podemos elegir, en parte, donde depositamos nuestra confianza, pero siempre estaremos expuestos a riesgos.

En la evolución de la humanidad estamos obligados a desarrollar una conciencia de terrícolas. Algunos temas que hemos manejado como problemas de países sólo pueden ser resueltos globalmente: el hambre, la pobreza, la salud, la educación, el medio ambiente, la opresión política, la paz, el terrorismo, por mencionar algunos.  El papel de la Internet allí es y será clave. Pero no estamos cerca de resolver estos puntos. Todavía los abordamos de una forma que expresa más nuestras limitaciones de las viejas capacidades y valores que nuestras nuevas potencialidades humanas. Pero cada vez va a haber más personas conscientes delas restricciones que tenemos originadas en nuestra historia previa…
  
Con respecto a Venezuela ¿Cómo observas su evolución? ¿cuáles son los mayores desafíos?

 En Venezuela, tristemente, estamos complicados en nuestra participación dentro de estas reflexiones de hacia donde debemos dirigirnos como humanidad. Los temas de supervivencia física de nivel más elemental son para nosotros relevantes hoy, lamentablemente. Tenemos una agenda cotidiana ligada a la disponibilidad de los productos más básicos: alimentos elementales, productos de higiene, servicios públicos estándares, inseguridad...

De alguna forma, estamos ahora en medio de las discusiones que fueron pertinentes en la zona media del siglo pasado, el significado de los derechos civiles elementales,  la libertad de expresión,  la democracia, la libertad de reunión, etc. Obviamente no es el mejor ambiente para discusiones sublimes. 

En ese contexto es claro que si debemos defender los derechos a la vida digital ante amenaza s como el  blackout, la censura parcial o total, el control excesivo de las comunicaciones. Nos quejamos durante mucho tiempo de un monopolio y ahora tenemos otro.  Ya lo decía el poeta  alemán cuando expresaba sus temores ante el posible devenir histórico:  “La bota que pisa es siempre una bota/ Ya comprendéis lo que quiero decir:/ No cambiar de señores/ sino no tener ninguno”. 

Finalmente, aquí y alla, a los problemas de los conectados se suma el de la inequidad digital, que no sólo sigue sin resolver, sino que se profundiza.

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