14 de febrero de 2008

Sobre la crónica del "primer año"

A ver, muchachos: ¿qué tipo de relato les estamos invitando a escribir? Lo que dijimos: una crónica. Sí, ya sabemos. Apenas si han cursado Introducción al Periodismo. Pero igual, no se enrollen. Ningún género más parecido a nosotros, cuenteros por naturaleza, que éste. Obviamente, tampoco se trata de contar por contar. Tenemos que precisar un tema, mejor dicho, un tema tiene que haber tomado nuestra atención; y también expresar una una visión, una mirada particular sobre el asunto escogido... Hechos y opiniones. Escritura. Digamos por ahora que con esos tres elementos se compone una crónica. ¡No entremos en la discusión sobre realidad y ficción! Pero OJO con eso.

Extraordinarios oficiantes del género, que bien vale la pena que vayan revisando desde tempranito, bastante que han reflexionado y escrito sobre él. Así que aquí tienen. Como para que se sigan animando. Los dejo con un texto de la periodista Milagros Socorro.

Aquí un extracto: (las negritas corren por mi cuenta)

"Los temas de la crónica parecen provenir de un borde de desinterés en el que quedan relegados aquellos asuntos que no ocupan los espacios serios de las publicaciones periódicas. Los relatos de la relevancia encuentran su ubicación en las páginas destinadas a la información codificada: política, economía, educación, salud, deportes, sucesos y, en menor medida, según la publicación, cultura. La actualidad, los hechos producidos en un ayer revestidode pertinencia pasan a integrar el signo de la noticia, pero hay otros que importan a muy pocos; generalmente, sólo a los grupos que viven esos eventos en carne propia... o a un cronista que los percibe, casi los huele, desde su sensibilidad particular. Del extenso y complejo entramado de la realidad, el cronista elige un hecho, casi siempre escapado a la información diaria, o señala un costado inédito de esa información ya banalizada de tanto ser transitada desde un mismo punto de vista por los periódicos o revistas; lo elige -o es elegido por él- lo observa, lo manosea, lo escucha en toda su polifonía hasta que finalmente lo escribe. La crónica es escritura. ¿Qué tipo de escritura? (...) Una que se rige por (...) las leyes de la observación y de la representación, dentro del signo, de hechos que pudieran ser reales pero que sólo lo son en la medida en que el lenguaje los organiza según una jerarquía personal, la jerarquía de la mirada de la mirada..."

Y, para que se la gocen -y la analicen como ejemplo- una crónica de la misma autora: Acostada en la primera cita.

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