30 de julio de 2007

Las reglas del juego


"La precisión, la imparcialidad y la transparencia son las bases de todo el periodismo de la BBC, independientemente del medio que utilicemos para llegar a nuestro público".
Nigel Chapman, director del Servicio Mundial de la BBC.


Imparcialidad:
Reflejar hechos e ideas de forma equilibrada e imparcial.
Precisión:
Obtener los datos correctos, las fuentes, la verificación.
Transparencia:
Tratamiento justo. Respeto a pueblos y culturas.
Responsabilidad:
Respeto por la audiencia con contenidos dignos.
Independencia:
Más allá de presiones políticas y comerciales.

http://www.bbc.co.uk/spanish/specials/journalism/

26 de julio de 2007

Una apuesta
por la democracia informativa

José Rojas, coordinador de la RRP, en camino hacia la comunidad de Calembe

Tengo muchas pretensiones para el periodismo ciudadano. Una es hacer que la gente sea creadora de medios, no sólo consumidora, y que disfruten de sus descubrimientos y aprendizajes. Creo que cuando la gente empieza a elaborar sus propios medios comienza a trabajar con otra gente de manera colaborativa y esto les ayuda a ser más activa, social y políticamente. El periodismo ciudadano tiende a ser una conversación, en vez de una conferencia. Y una conversación debe empezar con una norma, que es ser cívicos y respetuosos mutuamente, incluso estando en desacuerdo, pues la moderación es esencial para encontrar un campo común.

Dan Gillmor, director del Center for Citizen Media



En nuestro último artículo, escrito a propósito de la celebración del Día del Periodista y publicado en este mismo espacio, quisimos llamar la atención acerca del deslizamiento que se observa, por parte de los llamados medios alternativos, hacia el sector gubernamental, situación inédita en el sector. En ese sentido, nos referimos a la capacidad de escucha y equilibrio que cabe exigir y esperar de los líderes comunitarios -y de los medios que éstos gestionan- si en realidad les mueve el deseo de hacer visible la natural polivocalidad de las comunidades a las cuales pertenecen y deben servir.

Los medios populares, resaltamos entonces, en vez de deslizarse a los extremos deberían aprovechar el espacio vacío, la tierra de nadie no abonada adecuadamente, y constituirse en verdaderos medios de servicio público. Creo no equivocarme al afirmar que ha sido esta característica, sobresaliente en la experiencia de la Red de Reporteros Populares (RRP) cobijada por el Diario de Los Andes, la que la ha llevado a ser distinguida como finalista del Concurso Promoviendo Líderes Socialmente Responsables, auspiciado por Venancham, el Rotary Club y el Banco Mercantil.

A nuestro juicio, el aporte más valioso de la RRP es la meta que se ha trazado de darle visibilidad y promover la articulación de actores y grupos que trabajan a favor del desarrollo humano y social, vinculados con todos los espectros políticos que hacen vida en la región, sin exclusiones. El de los editores, por su parte, ha sido el apostarle con hechos concretos a la democracia informativa.

Nacida en el seno de la Escuela de Liderazgo y Valores, una experiencia de innovación educativa con fuerte impronta comunitaria que cobija la universidad privada Valle del Momboy, la RRP, integrada por miembros de asociaciones civiles, juntas comunales, cooperativas, estudiantes de comunicación social, empresarios y académicos, entre otros, se dedica desde hace tres años a informar sobre asuntos de interés local y a promover la organización ciudadana desde una perspectiva plural en la que no está exenta la crítica y la autocrítica.

Aunque de reciente data, la RRP se inserta sin embargo en una larga tradición. De alguna manera toma como referencia el proyecto de comunicación popular Construyamos Juntos una propuesta que nace en la Valera de 1986, época en la que una vocería popular empezaba a hacerse sentir con bastante fuerza. La ciudad y el estado Trujillo, en general, era en ese entonces un laboratorio de pujante organización comunitaria necesitada de espacios de interacción, articulación, proyección y reconocimiento social. El periódico decidió no estar de espaldas a esa realidad y se dedicó a atender a estos sectores como un asunto de responsabilidad social empresarial.

Este proyecto, cuyo objetivo inicial fue la publicación quincenal de cuatro páginas dedicadas al mundo de vida comunitario, pronto cobró personalidad propia al dedicarse a reseñar –con el apoyo de grupos y organizaciones populares– las múltiples y variadas vivencias de los sectores que, de manera organizada, estaban trabajando para superarse a sí mismos y conseguir –gracias a su propio esfuerzo– mejores condiciones de vida para ellos mismos y sus comunidades.

A quienes gestionaban Construyamos Juntos en aquella época la idea que los animaba no era sólo “cubrir” la fuente comunitaria, sino propiciar la valoración de la dimensión comunicativa en el trabajo de organización popular, a través de la elaboración de un periódico hecho por las organizaciones y líderes comunitarios.

Se planteó entonces el desarrollo de una dinámica comunicacional donde los receptores fueran los sujetos del proceso, razón por la cual se desarrollaron mecanismos que permitieron que las comunidades se involucraran con el medio, no como espectadoras, sino como protagonistas y relatoras de sus propias historias.

El equipo promotor asumió como un reto importante tratar de "descodificar" la realidad buscando entender qué se escondía detrás de lo aparente. La tarea de “apropiarse” del medio les permitió la comprensión de sus lógicas de producción y su desmitificación. A lo largo de cinco años de trabajo el proyecto se extendió a otras ciudades de la región andina y con el objetivo de capacitar a los grupos para la comunicación alternativa, se creó la Red Nacional de Comunicadores y la Escuela Andina de Comunicadores Populares "Mario Kaplún". A finales de los años ochenta llegaron a imprimirse 22 periódicos en una imprenta propia que, incluso, generaba pequeñas ganancias, debido a que también se utilizaba para edición a terceros.

La experiencia germinó rápido y fue fecunda, pero al cabo de siete años, cuando las medidas de ajuste macroeconómico se hicieron sentir con fuerza, al inicio de los años noventa, la experiencia fue perdiendo vigor hasta desaparecer. Hoy -20 años después- una experiencia que, como diría el trovador, no es la misma pero es igual, cobra nuevamente vida dentro del Diario de Los Andes, manteniendo su característica principal: ser una activa escucha.

El reto de la formación

Construyamos Juntos y la RRP son dos casos ciertamente atípicos, pues se incuban al interior de un medio privado en una relación sui géneris que las hace experiencias inusuales, a la luz de los esfuerzos que deben hacerse a favor de la democratización de las comunicaciones.

Para Fernando Ruiz, director del Observatorio Periodismo y Democracia en América Latina, en un país puede hablarse de democracia informativa, entre otras cosas, cuando el sistema de medios muestra un buen nivel de representatividad popular y la crítica está institucionalizada.

Para ello, destaca el también periodista y académico argentino, es necesario tener como regla dar la voz a todo el mundo, dejar claro cuando ello no sea posible porque alguien no quiera hablar, trabajar más la información que la opinión y tratar la polarización como una epidemia social.

Hoy, con base en la evaluación de las experiencias pasadas y tomando en cuenta las nuevas configuraciones políticas y socioculturales, entre las que destaca la globalización de las comunicaciones, las iniciativas comunicativas de corte comunitario tienen la responsabilidad de superar la mirada dicotómica y promover la construcción de ciudadanía, entendida ésta como una acción política dirigida a impulsar la interrelación de los grupos sociales para la transformación de las instituciones.

A nuestro juicio, fomentar estas transformaciones, obliga a quienes gestionan este tipo de medios a asumir el reto de su propia formación: como intérpretes y relatores de una sociedad en plena transformación, como ciudadanos responsables y, en suma, como seres humanos sensibles y respetuosos, pues como bien apunta Dan Gillmor, el buen periodismo –comunitario o no– se asienta sobre una serie de principios que incluyen la exactitud, la corrección, la honestidad, el equilibrio, la independencia de pensamiento y la transparencia. ¿Cómo impulsar una formación de este tipo? He allí una pregunta difícil de responder. Tanto, como el desafío que asoma.
Raisa Urribarrí, 26-07-07

24 de julio de 2007

Currículo modelo
para escuelas de periodismo



El 26 de junio, durante el "World Journalism Education Congress" realizado en Singapur, la Unesco hizo público un documento de 150 páginas en el que un equipo de expertos de Africa, Asia, Europa, Medio Oriente, Norte y Sur América, bajo la supervisión de 20 docentes de periodismo de amplia trayectoria en estas regiones, proponen un modelo de currículum para las escuelas de periodismo ubicadas en "países en desarrollo y democracias emergentes" . El documento -señalaron fuentes de la organización- está concebido para ser adaptado a las necesidades de cada país. Se puede obtener aquí (en inglés).

5 de julio de 2007

Socialismo, pluralismo, libertad...



La carrera de comunicación social de la Universidad de Los Andes, núcleo Trujillo, estará presente en el Foro "Socialismo, pluralismo y libertad de comunicación: ¿Hacia el totalitarismo del siglo XXI?" a través de su coordinadora, Teresita Jiménez, quien se cuenta entre los ponentes junto a los destacados profesores de las Universidades Central de Venezuela y Católica Andrés Bello, Tulio Hernández y Marcelino Bisbal, respectivamente. La actividad es promovida por la Cátedra ULA Siglo XXI, adscrita al Vicerrectorado Académico de la ULA, y tendrá lugar el martes 10 de julio, a las 5PM en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.


4 de julio de 2007

VincULAte



Hace más de quince años la escuela de Comunicación Social de la ULA, Núcleo Táchira, tuvo suprimer periódico, que se llamó Grafos. Era hecho por estudiantes, concebido por ellos, para ellos. En él reflejaban su entusiasmo y su inconformidad. Luego, hace unos cinco años,surgió el primer periódico digital, también de factura estudiantil: El Comunicador, realizado por dos estudiantes de Comunicación Social, como memoria de grado. Al año de actividad, El Comunicador desapareció por falta de actualización. Ahora, nuevamente el ánimo estudiantil se ve reflejado en Vincúlate, un periódico digital diseñado por estudiantes de Comunicación Social de diversos años, entre los que destacan los de la materia Periodismo Digital, coordinado por las profesoras Patricia Henríquez y Carmen Aidé Valecillos.

Vincúlate fue pensado para entablar y mejorar vínculos entre sus alumnos y profesores. No obstante, el espacio de este periódico digital está abierto a registrar las actividades e iniciativas que surgen en las demás materias de Comunicación. , también, en toda la ULA Táchira. Ya está disponible en la red su primera edición, a través de la dirección www.ula.ve/nucleotachira/vinculate.

Laboratorio de aprendizaje
Explica Patricia Henríquez que el objetivo académico de Vincúlate es contar con un medio que funja como sala de práctica o de pasantía, donde los estudiantes vivencien todas las fases de producción de un periódico digital. Durante todo el año escolar los alumnos participan de distintas actividades desde reporterismo en calle, escritura, organización y contextualización de noticias o diseño multimedia.

Vincúlate es, entonces, la opción para todos los estudiantes de Comunicación, quienes pueden desplegar allí sus mejores trabajos. Gracias a los acuerdos de pasantías establecidos con CANTV, Universia y el portal Saber, tres espacios de generación de información digital de alcance nacional, los tres mejores alumnos de la materia Periodismo Digital continúan su proceso formativo desarrollando sus pasantías oficiales en estas empresas.

Uno de los propósitos del periódico digital es el de posicionarse en el gusto de los estudiantes. -- Deseamos vincular más estudiantes al equipo de producción. Por ahora, el periódico es producido por estudiantes del 4º y 5º año principalmente, pero ya se han incorporado alumnos de los primeros años, dijo Henríquez.

El requisito para integrarse a la producción de Vincúlate es, básicamente, tener ánimo de colaborar, asistir a las reuniones del equipo y manejar el manual de estilo, que está en el sitio Web.

Patricia Henríquez subraya que aunque es un periódico universitario, Vincúlate dispone su espacio también para tratar temas de interés general, e invita a docentes y a alumnos a publicar reseñas de libros, películas, y asuntos relacionados con la vida cultural de la ciudad, entre otros tópicos. El primer número que está en la red presenta un trabajo sobre la población Yuk’pa, y dos reportajes sobre la contaminación ambiental generada por la explotación minera. Además, presenta un especial sobre el caso RCTV, reseña nuevos libros, y aborda el tópico cinematográfico.

Vincúlate se regirá por las pautas más modernas del periodismo digital, que enfatizan la profundidad informativa a través de los vínculos. Explica la profesora Henríquez que la mayoría de las informaciones ofrecerán a los lectores enlaces relacionados con la temática: otro valor agregado de la difusión a través de este medio.

La escritura es, por excelencia, el medio que expresa el ritmo y la vida universitaria. Y ahora este pulso puede expresarse con dinamismo y diversidad, a través de Vincúlate, el periódico universitario digital que nace en la ULA Táchira, hecho por sus futuros comunicadores, y abierto a la colaboración de toda su gente. (AGM-PrensaULATáchira)