Como es lógico, la noticia circuló rápidamente entre los administradores de las redes académicas de las universidades, no así entre los usuarios que no tienen por qué enterarse de los intríngulis técnicos y económicos que están detrás de la prestación de los servicios de conectividad, pero dependen de ellos para sus labores académicas. Sin embargo, al colarse en un tuit, la reacción fue lógica: Asfixia. Una medida más dirigida a asfixiar a las universidades venezolanas.
No puede
pensarse en otra cosa al conocer que, por solicitud de la Oficina de
Planificación del Sector Universitario (OPSU),
la Fundación Centro Nacional de Innovación Tecnológica (CENIT) les reducirá
el ancho de banda. Como se sabe, la OPSU es la oficina técnica auxiliar del
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MppEU) encargada
de de instrumentar las políticas y las estrategias señaladas en los planes de
la nación con respecto a la educación superior. La OPSU es el ente del Estado encargado de financiar la conectiidad universitaria, a través
de un contrato firmado con el CENIT. En pocas palabras: La OPSU paga al CENIT,
y este, a su vez, a la CANTV, que es la empresa de telecomunicaciones del
Estado.
¿Qué está
pasando? ¿Por qué se tomó esta decisión? Al respecto, consultamos la opinión de
los profesores de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alavarado (UCLA) Junior Escalona y Jean Paul Angeli, Jefe del Departamento de Redes de Datos y Director de Telecomunicaciones, respectivamente.
No estamos
en contra del monitoreo
Según
Escalona, la medida obedece a una supuesta subutilización de los enlaces
contratados por las Universidades con Reacciun. “Técnicos del CENIT nos
informaron que la OPSU había hecho un monitoreo sobre la utilización del ancho de
banda de cada universidad y que, debido a su subutilización, habían decidido sincerar
su uso pues muchas instituciones no la aprovechan adecuadamente”.
Asimismo,
representantes de la OPSU –agregó– como medida ya tomada, sin consultar a los
equipos técnicos de las universidades, nos informaron que el ancho de banda se
ajustaría, pues según los resultados de un estudio técnico, que desconocemos, “de 17 universidades que tienen MetroEthernet
para acceso a Internet, solo 2 utilizan el ancho de banda en un 100%, 4 en un
poco más del 80% y 3 utilizan un poco mas del 50%; el resto están por debajo
del 50% de utilización. En aquellas que poseen acceso a Redes Avanzadas, 8 en
total, ninguna utiliza más del 50% del ancho de banda asignado, de ellas existen
4 que no llegan al 10% de utilización”.
-La explicación suena lógica. Si el servicio no se usa…
Vista así,
por supuesto, la decisión parece incontestable, responde Escalona, quien representa
a la UCLA ante el Comité Técnico de Reacciun. Aunque desconozcamos cómo fue
hecho este estudio, nosotros no estamos negando la necesidad de realizar todos
los que sean necesarios para garantizar la eficiencia y el mejor uso de los
servicios, pero creemos que una medida como esta debe ser consultada, no tomada
de forma unilateral. Mucho menos si las razones que llevan a la reducción de
los enlaces es su subutilización.
El porqué
de la subutilización
Pero, ¿es
esto cierto? ¿Se subutilizan los recursos de conectividad? Hago la pregunta
como usuaria, pues en el caso de la ULA, particularmente en Trujillo, ya ni
entrenar usuarios podemos debido a la
conexión, que es muy precaria…
Justamente,
ese es el punto. Nosotros hemos presentado proyectos para agregar valor a las
redes, proyectos de todo tipo: Sub nodos regionales para la optimización de las
redes, telemedicina, repositorios, bibliotecas digitales, educación a distancia,
voz sobre IP, salas de videoconferencia… ¿Cuáles son los entes responsables de
su financiamiento? Entes del Estado. A un servicio que presta el Estado, como
es la conectividad, se le agrega valor si el mismo Estado se encarga de promoverlo como parte de sus estrategias. El financiamiento para ello no existe, ni
siquiera es posible a través de los recursos propios de las mismas
universidades porque todos sabemos como están sus presupuestos. Esto sin tomar
en cuenta, además, que el desarrollo de este tipo de proyectos pasa por sortear
las dificultades que impone el Decreto Presidencial 6649 (marzo del 2009),
que ha llevado a cero la adquisición de
equipos informáticos y desarrollo de sistemas de información.
Para Jean
Paul Angeli, quien además es el representante institucional ante el CENIT y Reacciun por parte de
la UCLA, una medida como esta no puede realizarse de manera unilateral, sin
consultar a los miembros del Comité Educativo de Reacciun y sin el
correspondiente análisis de los comités técnicos de cada institución.
“Nosotros
apoyamos los deseos de optimización de los recursos, pero estos enlaces son el
resultado de compromisos y esfuerzos que se realizaron entre la OPSU, el CENIT
y las Universidades, plasmados en acuerdos y puntos de agendas del CNU, del
Ministerio, y de la Presidencia de la República".
¿Cree usted
que sea posible revertir la medida, frenarla…?
Nosotros estamos
pidiendo que se revise en atención a lo dispuesto en la Ley de Universidades vigente
y en los estatutos que norman y otorgan sus funciones al Comité Educativo de Reacciun.
Es necesario que el CENIT convoque a una reunión para analizar el informe que hizo
la OPSU, el cual desconocemos; además, para escuchar los argumentos de cada universidad
en relación con la utilización de los enlaces.
Lo deseable, concluye Angeli, es que una decisión como esta sea producto de un consenso entre el Comité Educativo de Reacciun, el CENIT y la OPSU.
Lo deseable, concluye Angeli, es que una decisión como esta sea producto de un consenso entre el Comité Educativo de Reacciun, el CENIT y la OPSU.