Sin pasar a juzgar las motivaciones de esta decisión, que algunos atribuyen a tratar de despejar los temores y críticas que generaran sus declaraciones anteriores: “Internet no puede ser una cosa libre”, para quienes nos dedicamos a investigar en esta área constituye un hecho no sólo relevante, sino beneficioso, el que haya sido el mismo Presidente de
Para bien o para mal, cuando el Jefe del Estado llama a sus seguidores a suscribirse y a activar en plataformas como Twitter está llamando la atención sobre la existencia de un nuevo recurso - y a la vez espacio de interlocución pública y privada- que no puede estar reservado, como hasta ahora, para un 30 por ciento de los ciudadanos como destacamos quienes formamos parte de la iniciativa Todos en Red.
Si bien las cifras que el mismo Presidente se encargó de resaltar resultan auspiciosas, y pueden atribuirse en parte a valiosas iniciativas gubernamentales, no es menos cierto que aún estamos lejos de superar la brecha digital. Recordemos que este divisorio es consecuencia de una fisura social real, pero, al mismo tiempo, contribuye con su aceleración y ampliación en el contexto de una sociedad informacional o de la información.
En ese sentido, hay que llamar la atención sobre un punto capital. Y es que en nuestro país existe un cuerpo de leyes y decretos que reconocen -como dispone
Para algunos podría resultar contradictorio que, al tiempo que se ponen en marcha programas para la ampliación del acceso a la red, se pretenda controlar lo que por allí circula. Ello tiene una explicación sencilla: se confunde la plataforma con los servicios.
Internet es un conjunto descentralizado de redes de computadoras interconectadas que, a través de un protocolo informático de interconexión, funciona a escala mundial. Sobre esta, llamémosla plataforma, corren o funcionan diversos servicios que van, desde redes de bibliotecas, buscadores, manejadores de correos, hasta medios de comunicación digital…o la mezcla o superposición de varios de éstos.
Vale decir: la misma plataforma que un ciudadano usa para pagar sus impuestos, tramitar el pasaporte, bajar documentos de una base de datos y capacitarse en línea, es la misma que utiliza para comunicarse con sus familiares lejanos, leer las noticias o activar en redes sociales como Facebook. o Twitter.
Que el Estado relance el proyecto Infocentro con el fin de promover la ampliación del acceso a Internet es un hecho que aplaudimos, sobre todo nos complace a quienes impulsamos la campaña Internet Prioritaria, con el fin de eliminar la calificación de suntuario al uso de Internet por parte de la administración pública, como establece el decreto 6499 de marzo del
Para finalizar queremos insistir en reconocer la importancia de relanzar el programa Infocentro. Lo que no nos parece conveniente es que se añada como coletilla que ello tiene como fin convertir la red en una “trinchera de lucha”. Al destacar sólo uno de los múltiples usos que se le pueden dar a esta compleja plataforma (el Presidente anunció que crearía un blog para dar cuenta de sus actividades), se minimizan sus potencialidades y se pone en evidencia el desconocimiento de su principal caracteristica: la posibilidad de generar diálogo e interacción.
Si acaso la red puede considerarse una trinchera, lo es una de conocimiento y libertad.
Publicado en el Diario de Los Andes.